el finissimo comentario
Cada vez que me ve el cirujano que me opero se emociona, se
pone muy contento, la alegría se le nota en la cara, y no es por mí, sino por
él, porque soy la prueba de que el Doctor Gabriel es un chingón. “¿Ya te
platique que voy a presentar tu caso en un congreso?”, me dice cada vez que
tiene oportunidad. El Doctor es un profesional reconocido con muchos años de
experiencia, eso sí, nada apapachador, por supuesto que le interesa tu salud, pero
no como te sientes, eso solo distrae. Todos los cirujanos deberían ser así.
Mi situación médica no era tan complicada ni tan fuera de lo
común, cualquier otro médico lo hubiera resuelto abriendo mi pecho y dejando,
con lo diría el Doctor Gabriel, “una fea cicatriz”, pero el no, quiso innovar y
yo me deje, cinco perforaciones, unas cuantas horas en quirófano y todo
perfecto.
Les platico esto porque fui a consulta. El Doctor solo atiende
en consultorio un día a la semana, se supone que de 4 a 6, lo que provoca que
pueda llegar fácilmente a las 6:10 y aun así encontrarme mucha gente esperando
para verlo. Ese día me acompañaba un libro de Stephen King, pero la película
del canal Golden que se veía en el televisor de la sala de espera llamo mi
atención, “¿han visto alguna vez una película cristiana?”, la temática central
es obvia, agradecer a Dios por todo.
No era mala la película, de hecho me dejo una reflexión
interesante:
“DEBERIA DE VOLVERME UNA PERSONA RELIGIOSA”.
Si, en serio. Les explico: básicamente la película trata de
una chica surfista que pierde el brazo por un ataque de tiburón y como ella supera
todos los problemas que se le presentan a causa de este suceso. Claro, todo gracias
a Dios.
Y analizando eso, puedo ver que la gente extremadamente
religiosa se la llevan muy fácil, no se preocupan por nada, no sufren, no se
acongojan. Dios tiene la culpa de todo, si algo malo les ocurre es porque Dios
les está poniendo una prueba de la que seguramente con fe, el todo poderoso les dará la solución. No
necesitan echarle ganas, si en su destino se encuentra el triunfar, Dios con su
magnífico poder se encargara de que todo se conjeture para que así sea.
Que feliz seria, podría dejar de quejarme de todo, qué más
da… Dios se hará cargo.
….
Con todo respeto para los creyentes.
CSR