Y va de nuevo…
24 ago 2009
Desde pequeños y con el afán de que le echáramos ganas a la escuela o a
alguna otra actividad, se nos manejaba mucho la idea que “tú eras tu trabajo”.
Que tenías que hacer un buen trabajo para ser respetado como una buena persona,
porque si no, en cambio, sí realizabas mal tu actividad, serias considerado
como un ciudadano poco honorable (siempre quise escribir: "poco
honorable").
Una idea sencilla, básica, tan básica que parecería imposible
descartarla como cierta; y como es común, lo tomamos todo demasiado literal y
empezamos a juzgar y clasificar a las personas por solo algunas de sus
acciones. Y así nos pasamos la vida juzgando, empezando por el maestro “culero”
que nos réprobo, según él para que no se pierda el nivel y el Ingeniero “sin ética
ni profesionalismo” que dijo qué tu equipo esta mojado y no se puede reparar.
Pero no debe ser así, debemos entender que, NO SE ES UN TRABAJO, o más
bien, no se es lo BIEN con lo que se realice una actividad.
De inicio es difícil vivir con la idea de estar encasillado por una
profesión y saber que cuando te preguntan, “¿a qué te dedicas?”, la respuesta
ya te cataloga con un supuesto perfil (que está bien hasta cierto punto). Pero
cuando te amarran a un nombre digamos El Doctor, El Contador, La Secretaria, El
Mecánico, El Ingeniero, te ligan a una tanda de características buenas y malas
que son difíciles separarse de ellas. Como ingeniero es complicado decir que me
gusta escribir poesía y sobre todo que me encanta cocinar sin dejar un dejo de
que me equivoque de profesión.
Uno debe de enfrentar a los jueces que piensan que por no hacer bien tu
trabajo ya eres una persona despreciable, el que no guste la manera en el que
acomodas tus documentos, organizas tus actividades o reorganizas a tu gente los
hace pensar que fuera de ahí todo lo haces mal… y eso es ridículo.
Como ejemplo tenemos el mundo de la música. Al ir a muchos conciertos a
lo largo de mi vida y haber trabajado un tiempo en el IMER (Instituto Mexicano
de la Radio), tuve la oportunidad de conocer y conversar con algunos músicos
que admiro, algunos de los cuales resultaron pedantes y detestables, y no por
eso tire sus discos, no por eso deje de ser FAN de su trabajo. En cambio, por
amistades me dieron el "honor" de conocer en una fiesta a Cristian
Castro, y puedo decir que resultó ser una persona de lo más amable y agradable…
y no por eso comprare un disco suyo.
NO ME GUSTA SU TRABAJO.
CSR
NO ME GUSTA SU TRABAJO.
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