el finissimo
comentario
Que les cuento, me encontré una noticia baste
bizarra. Al parecer un “artista
conceptual” japonés, y quiero resaltar eso de “artista conceptual”. No soy
partidario del arte moderno, sinceramente, puede ser bonito, interesante,
inspirador en cierto momento, pero no entra en mi concepto personal de lo que
es arte, simplemente si me gusta, es porque seguramente solo lo considero como
algo... “cagadito”, “chistoso”.
El artista,
(jajá artista) Mao Sugiyama procedente del Japón, decidió realizarse una
operación de cambio de sexo; para pagar dicha operación y obtener además unos
cuantos miles de yenes (moneda japonesa), conjuntamente con ello hacerse de
cierta fama tambien, resolvió subastar sus genitales para que fueran comidos en
un platillo preparado por él. Si, como lo escuchan, le cortaron al artista el
pene, los testículos y el escroto, para que después él, los preparara con
epazote y champiñones. He encontrado muchas notas sobre esta noticia donde varía
la cantidad recaudada, así como la cantidad de comensales entre 4 y 6 personas que
resultaron ganadoras (llamémosles así) y probaron los platillos.
La noticia
ha recorrido el mundo, enfatizado el acto de “canibalismo” que se presento en
dicha nación, donde por cierto no se sanciono a nadie, dado que la legislación
de aquel país no menciona nada al respecto sobre vender y consumir carne humana
y por lo que he investigado, la de nosotros tampoco.
Esta nota además
de ser bastante rara, tiene muchas puntas de donde hilarse para armar una buena
noticia, y si, entiendo el impacto que los directivos pueden darle a esta
noticia si se enfocan en el acto de canibalismo que se realizo, pero bueno,
para mí, en lo personal, simplemente es carne. Lo que me causa desconcierto en
la publicación es el hecho de que un tipo concluyera en quitarse su pene,
hacerse la operación jarocha como se dice folclóricamente.
Sé que antes
de él, han existido muchas personas que decidieron y tuvieron la oportunidad de
cambiar de sexo por su voluntad, pero sencillamente no lo entiendo. Y no me
estoy refiriendo a cuestiones de homosexualidad. Me refiero al hecho de tener
que desacerté de una parte de tu cuerpo, fundamental. No es cabello, no son
uñas, no es grasa, no es un miembro gangrenado.
Me pregunto
si no lo extrañara en cierto momento, digo, yo no platico con mi miembro todos
los días, ya lo respeto y no lo llamo por apodos, digo, por lo regular no me
queda mal, me ha convencido a tomar decisiones complicadas que a la larga han
sido productivas, si se divierte me divierto… “yo si lo extrañaría”.
Cada quien
puede hacer con su cuerpo lo que desee. Y si ustedes están pensando en hacerse
un tatuaje,… cortarse el pene o alguna otra decisión importante sobre su
cuerpo, deténganse un momento, piénsenlo bien. No vaya a ser que terminen
extrañando algo… o ya de perdida véndanlo caro.
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