Cada vez que me mensajeabas para saber cómo estaba, quería escribir de
ti, para que todos supieran que me preguntaste para saber cómo estaba. Cada vez
que me mandabas una foto tuya cuando estabas de viaje, quería escribir de ti, hacer
un cuento de las aventuras que me contabas, hablar de lo feliz que te veías y de
lo orgulloso que estaba porque salieras a conocer el mundo. Cada vez que hablabas
conmigo de lo cansada que estabas por el trabajo, quería escribir de ti, de lo
mucho que te esfuerzas, lo responsable que actúas, de lo buena que eres en tu
trabajo. Cada vez que me dedicabas una canción, quería escribir de ti y de tu talento,
de tus aficiones, de lo mucho que conoces. Cada vez que me hablabas de satélites
o mecánica cuántica, quería escribir de ti y de tu pasión por la ciencia, de tu
inteligencia y tu genio. Cada vez que esperabas despierta de madrugada a que te
avisara que había llegado a casa, quería escribir de ti, de tus ojeras y tus
pómulos rosados, de las letras que escribes, de tu desvelo y de que mañana
seguro llegaras temprano para dormir un rato en tu escritorio. Cada vez que me
hablabas sobre tu vida, tus momentos tristes, de lo que habías tenido que pasar,
quería escribir de ti, hacerte un historia donde el sol brillara mas, donde recibes
flores, viajas y todo sale bien. Cada vez que miraba tus ojos, quería escribir
de mí y de como quería hacerme una vida contigo.
Desde que me decidí a conquistarte deje de escribir. Probablemente
porque en vez de escribirte, deseaba vivirte…
CSR
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