Deportista

Deportista mediocre y peor persona.

Corredor de fondo en este deporte al que llamamos VIDA. Y en el que nunca he ganado una carrera, aunque he intentado acabar todas, a cara al sol algunas veces, a cara al suelo en otras, y rasando el fallo técnico en las demás.

Si no es porque sé que es mentira, diría que voy a conseguir todo lo que me propongo en  la vida. Y si no es porque sé que es un tópico cansado, diría que nada es imposible si de verdad lo intentas. Pero no, “soy demasiado realista para las frases motivadoras”. Aunque no por eso dejo de intentarlo.

Siguiendo con la analogía deportiva y  tomando un deporte que casi todos manejan (yo no tanto) diré que soy como un equipo de Futbol soccer de media tabla. Pero eso sí, de la liga española, la mejor del mundo… Porque el dueño pudo haber invertido en la liga del Perú y tener campeonatos cada año, pero en lugar de eso uso los recursos (pocos para esta liga) y lo complemento con mucha fe.

Y andamos en esta liga llamada VIDA con uniformes nuevos en un estadio de medio uso, a veces lleno a veces no. Y como buen equipo de media tabla, a veces se gana a veces no.

No llevamos ningún campeonato, algunas temporadas clasificamos a la UEFA, otras apenas fuera de la copa del Rey y en temporadas malas, (cuando andamos de bajón, se lesionan nuestras pocas estrellas, los patrocinadores dan menos recursos y los astros no se alinearon), luchamos por no caer en el descenso.

Apretamos los dientes. Nuestro juego es duro y decisivo. No jugamos a la contra encerrados en nuestro campo y regalando la posesión, no. Sino llevamos la iniciativa del partido, 3 – 4 – 3, arriesgando atrás para poder tener superioridad en la zona de creación y poder concretar arriba.

Y así como épicamente le hemos ganado al Barcelona y empatado con el Madrid, en un partido contra el Sevilla que teníamos que ganar 3 – 0 salimos con un 0 – 2 y la cola entre las patas. Cosas que pasan.

Pero no por eso seguiremos intentándolo cada temporada, hasta que la vida se nos acabe.

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