A estas alturas me he dado cuenta que uno de los principales
motivos para no volver a escribir en este blog - además de que es algo pasado
de moda, (como si eso me importara) - es que no encuentro con que texto
regresar a publicar. Podría simplemente escribir sobre algún tema de mi interés
y publicarlo, pero no puedo, en mi afán de orden, ya saben uno es ingeniero; y
esas cosas son importantes en nosotros.
Quisiera regresar a publicar con algo sobresaliente, pero no lo he
logrado, así que haré lo más prudente... Decir la verdad.
“Estoy aquí con más miedo a las palabras que nunca. Temo que me
traicionen y me dejen varado”.
En algún momento escribir no me causaba dificultad, pero en
estos últimos tiempos he aprendido que el acto de escribir no es más que una
pura y mera casualidad… por lo menos para mí.
Escuche a Carlos Cuevas decir que escribir es un trabajo y por lo
menos para él, es una cuestión de técnica no de inspiración, que las musas surgían
a partir del trabajo constante y que uno no puede darse el lujo de dejar de
escribir si es que ellas no se presentan. Yo no puedo verlo tan fácil, para un
tipo normal, un tipo cualquiera, escribir es un albur.
Un sujeto cualquiera como yo... solo sale a la calle y vive...
corre, corre, bebe, salta, intenta escribir, corre, vuelve a beber otro trago
de alcohol y sigue viviendo, puedo tomar una pluma y papel pero si la inspiración
no llega, no escribe...
y vuelve a vivir, y puede que se enamore en el camino, salga, vaya,
corra, regrese y tomes otro trago, viva y vuelva a beber y vuelva a vivir y a
veces a no vivir, pero sigue...
y un día toma la pluma y dice “quiero regresar”... y se pregunta a
sí mismo en un tono como, preguntando a los lectores que ya no están ahí y
talvez no regresen.
“¿Sabes que es lo más difícil de escribir?... Comenzar”.
CSR
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