miércoles, 23 de noviembre de 2016

Empujar


Conocí a una joven contadora que se vino a vivir a la ciudad de México, ya que en su ciudad natal, el puerto de Veracruz, no encontraba un empleo que le diera las condiciones que ella esperaba al ser una profesionista. Convivimos (por cuestiones de trabajo) alrededor de ocho horas de un domingo, donde en las pausas de la ardua labor que realizábamos me platicaba a respuesta de mis preguntas como ha sido su vida en estos nueve meses que lleva en la ciudad. 

Los relatos de la veracruzana se los conté a mi amiga de muchos años, Silvia, que vive en la capital de Yucatán, Mérida. Silvia me conto que igualmente deseaba venir a la capital del país para probar suerte, pero las historias que le conté le resultaron bastante descabelladas; sobre todo la referente al metro.

Iris que es la chica que viene de Veracruz, me comento que la primera vez que se topó con un metro en hora pico tardo 3 horas en abordarlo, 3 horas, lo que dura un juego de futbol americano, la película más larga del verano o lo que duermo en mis noches de insomnio. Básicamente el problema es que ella no entendía, su cabeza no comprendía que tenía que empujar, veía a la gente empujarse para entrar y su sentido de supervivencia le decía, "si, si quieres llegar a casa vas a tener que empujar –duro- a la gente para entrar al vagón" el consiente no la dejo y tuvo que esperar. Obvio con el paso de tiempo y como era de esperarse se volvió una profesional y no he tenido ningún problema mayor al de cualquier chilango promedio, no ha vuelto a llegar tarde al trabajo. 

Silvia al escuchar esto y comentando que ha visto los videos en Facebook de gente en el metro, me comento que no sería capaz de empujar a la gente. "que tontería mejor me salgo y tomo un Uber"
Ternura fue lo que sentí por ella. 

Te imaginas vivir en la Pantitlan, ser las 8 de la mañana y tener que llegar a Polanco a las 9.

"que tontería mejor me salgo y tomo un Uber", ternura, si quieres venir, vas a tener que aprender a empujar...



domingo, 23 de octubre de 2016

Me llamarón del Banco de sangre...


Me llamaron del banco de sangre, era urgente que me presentara ya que encontraron algo raro en la muestra que tomaron de la donación que hice la semana anterior.

Es común escuchar chistes sobre la frase: "Tenemos que hablar", de hecho yo escribí un texto (aquí) asiendo mofa de las paradojas que representa que tu pareja te sentencie con esa frase, de las disyuntivas y posibles escenarios, donde en uno eres soltero -te deja- y en otro estas casado -está embarazada-, pero nada de eso se compara con la incertidumbre de un "tenemos que hablar" dicho por el banco de sangre cuando utilizan la palabra "raro" refiriéndose a tu muestra sanguínea.

Pedí una explicación en el momento de la llamada telefónica, pero me contestaron, "no estamos autorizados a dar esta información por teléfono, solo lo puede hacer un medico capacitado de frente al interesado".
La incertidumbre es un sentimiento incomodo, afortunadamente solo tenía que esperar 20 horas para saber que ocurría... 20 malditas y desesperantes horas, es decir, a las 7 de la mañana del día siguiente.
La primera idea que surgió en mi cabeza después de colgar la llamada fue directa, SIDA, seguramente tenía SIDA, si, cero positivo, VIH, iba a morir aunque no tuviera un motivo para considerar que pudiera ser VIH, no me dio en mis veintes que bueno ya lo platicaremos en otro momento. Ahora no tendría porque pasarme, ¿o sí?.
Hice lo más sensato, llamar a mis conocidos que tuvieran que ver con medicina, pero me dijeron que ellos nunca había estado en laboratorio así que no sabían porque motivos me pudieron a ver llamado.
Decidí consultar en Internet <Enfermedades que se detectan por sangre>, la lista es interminable no me decía nada concreto, busque: <Me llamaron del banco de sangre> y los resultados fueron fatales, puras historias de gente que se entero que tiene SIDA... maldita sea mi suerte.

Las siguientes horas fueron peores, aceptando mi destino comencé a pensar como sería mi vida ahora, me seguí informando en Internet, viviría tomando ocho pastillas diarias los primeros años y con suerte después solo serian 3 diarias.


Yo como sea, pero... y los demás, ¿infecte a alguien?, para empezar ¿cómo me infecte yo primero?... "Maldito Wako seguro no utilizo una aguja nueva cuando me tatuó"... no, ya recordé que yo lo acompañe a comprarlas a la condesa, no fue eso... ¿quién?... Mas dudas. Y ahora como les diré a ellas que tienen que hacerse una prueba ¿con que cara?. ¿Cómo le diré a esa persona que quise tanto que seguramente la infecte de VIH?... ¿la iré a ver?, no, mejor una llamada, "bueno, hola, ¿como estas?... si, ya tiene tiempo que no hablamos..., si, ya me conoces, este... si, hay un problema, tengo que decirte algo... tienes que hacerte una prueba de VIH...,lo sé, lo siento"... Que puta pinche pena seria ese momento en el que tuviera que llamarla, en verdad me dolería.
Pero bueno, aunque podría llamar también a esa otra mujer que, "Bueno... sí, soy yo, te dije que esto no se iba a quedar así maldita, jajajaja (risa malvada)"... no, nunca podría hacer algo así.
Ya, por Dios, basta de bromas. Esto era serio.

Todas las pesadillas de esa noche fueron sobre eso, dormí poco.


Llegue temprano al hospital, informe a los oficiales de la recepción de mi presencia, "me llamaron para que me presentara urgente", la cara de los policías me preocupo, "¿no es común que la gente venga diciendo lo mismo que yo?", contestaron que no y me indicaron donde esperar, se me nublo la vista.

Seré breve, después de esperar a que dieran la siete y explicarle mi presencia a la trabajadora social, esta me indico que entrara a un consultorio, la doctora  especialista me pidió esperar ahí, salió y regreso en no más de un minuto con una hoja que coloco sobre el escritorio. Empezó a hablar pero yo no la escuchaba, rápidamente con la vista escaneé la hoja, VIH NEGATIVO decia, comencé a escuchar sin dejar de escanear la hoja; después de los datos personales, el documento  se dividía en 3 bloques, enfermedades de trasmisión sexual, todas en negativas y los otras 2 bloques... "LA LIBRE".

No blasfemare en un largo tiempo...

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Para que no les quede la duda, tengo un tipo no agresivo de  $%&=%is.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Maratón 2016 "I"

Cansado a más no poder, vacío de cabeza, de cuerpo, de fuerzas, de todo. Con los sentimientos cruzados. Baje mi tiempo, no como lo hubiera querido, pero logre romper mi record.

Esta carrera me costó, más de lo que imagine, más que el primer año. Me recordó que no estoy hecho para esto, que correr es para la gente finita y aerodinámica no para mí, pesado… pero en fin, lo disfruto. 

Me prepare mucho, en especial los últimos meses, estaba motivado, quise bajarle 20 minutos a mi tiempo, me sentía listo y emocionado, y así fue más de la mitad de la carrera. Llevaba una hoja donde anote los tiempos aproximados que tenía que llevar en cada kilómetro y rendí así hasta el K29 donde me dolió un riñón, nunca (en competencia) me había dolido un órgano interno, recupere y seguí, al K33 me volvió a doler, ahora fue devastador, me obligo a orillarme, casi me desmallo, perdí la visión por 2 segundos, me entro la desesperación, quise abandonar, camine, no sé cuánto estuve así, después, el dolor lo había perdido pero la idea de que regresara no me permitía continuar a ritmo, trotaba a la meta mientras me convencía de que “bueno, no puedo ya bajarle 20 que sean 10”, pero ya mi ritmo de carrera no me iba a permitir ni eso. A 5 kilómetros de la meta me llego la frustración, no solo no bajaría mi tiempo si no que haría más de 5 horas si seguía a ese ritmo. Comencé a correr, ya no tenía piernas, no tenía cabeza, no pensaba en nada, no quería defraudarme tantos meses de entreno. Me costó agarrar ritmo, mucho, pero por fin los últimos 3 kilómetros los hice a ritmo de los primeros 3. Ya no quise tomar nada, no pensaba en nada solo en llegar a tiempo. Cruce la meta, 3 minutos menos que el año pasado. Termine con uno de mis escenarios positivos plantados al inicio. 

Me costó sangre y lágrimas, esas lagrimas que iban saliendo de mis ojos después de recibir la medalla y todo el recorrido que me eche caminando hasta el metro Copilco; no de tristeza ni alegría, era la forma que tenía el cuerpo de decir, “ya no me queda más”, ni energía ni ideas ni nada, ayer lo deje todo en esos 42 kilómetros.

Hoy, sigo agotado. 






lunes, 25 de abril de 2016

Que todo fuera tan fácil como llevar a tus hijos a conocer el hielo...

Hoy no puedo despegar a mi sobrina del Celular, todos los museos y galerías le parecen aburridos, ya vistos, la tecnología los tiene con tanta información a la mano que es cada vez mas difícil sorprenderlos.

Ojala todo fuera tan fácil, como aquel día que José Arcadio Buendia llevo a sus hijos a que conocieran el Hielo...


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domingo, 24 de enero de 2016

Eli Manning



Circulaba por el circuito interior a la altura del casco de Santo Tomas y me tope a mi derecha  un espectacular de los relojes Citizen, y dado que bajaron los límites de velocidad en la Ciudad de México, pude notar su presencia.

Muy básico el anuncio, fondo azul, en la parte derecha algún modelo de un reloj de la marca y en la parte izquierda una foto de Eli manning luciendo el mismo reloj.

Como iba solo en mi auto -de camino a dejarle unas galletas a una linda chica que trabaja “hasta” plaza Interlomas- solo me quedo imaginarme que le tendría que decir a alguien para explicarle quien es Eli Manning.

Rápido y sencillo… Eli Manning es quarterback de los Gigantes de Nueva York… ¿por qué merece ser una figura de promoción?... Sencillo, es titular en un equipo competitivo de la NFL, ha ganado 2 SuperBowls, ha sido las 2 ocasiones el jugador más valioso, ha estado en múltiples ocasiones en el tazón de los profesionales… Pero si quieres una mayor referencia de quien es… ES EL HERMANO DE PEYTON MANNING.

Triste que a pesar de (en hechos reales) haber ganado más títulos que su hermano, el menor de los Manning viva y vivirá a la sombra del mayor, que “sencillamente” es solo más FAMOSO.



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miércoles, 13 de enero de 2016

Varillas

Hace años escuche decir que las personas que construyen su casa y después de terminar su presupuesto aun así dejan las varillas a la vista, expuestas,  como señal para poner el siguiente piso aunque no lo vayan a hacer pronto, son personas con un pensamiento emprendedor.

Esta idea surgió en una conferencia sobre tipos de ideologías, donde básicamente las dividían en tres, siendo los pobres la baja, los medieros y los ricos como la alta, no se refería a dinero, pero bueno, otro día tocare ese tema.

Recuerdo este ejemplo de las varillas porque era muy básico, ellos, los dueños de las casas no eran pobres, no se limitaban a lo que les alcanzara, daban señales de que seguirían con el progreso en cuanto el recurso, el tiempo, la familia, la vida, algo… les diera la oportunidad.

A que voy con esto. El sábado pasado fui a comprar boletos para cuatro conciertos. Compre cuatro boletos, uno para cada concierto. No dos boletos solo uno, mi casa este año no tiene varillas expuestas.


Esa parte de mi casa no está lista para crecer.


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miércoles, 6 de enero de 2016

¿Sabes que es lo más difícil de escribir?...



A estas alturas me he dado cuenta que uno de los principales motivos para no volver a escribir en este blog - además de que es algo pasado de moda, (como si eso me importara) - es que no encuentro con que texto regresar a publicar. Podría simplemente escribir sobre algún tema de mi interés y publicarlo, pero no puedo, en mi afán de orden, ya saben uno es ingeniero; y esas cosas son importantes en nosotros.

Quisiera regresar a publicar con algo sobresaliente, pero no lo he logrado, así que haré lo más prudente... Decir la verdad.

“Estoy aquí con más miedo a las palabras que nunca. Temo que me traicionen y me dejen varado”. 

En algún momento escribir no me causaba dificultad, pero en estos últimos tiempos he aprendido que el acto de escribir no es más que una pura y mera casualidad… por lo menos para mí.

Escuche a Carlos Cuevas decir que escribir es un trabajo y por lo menos para él, es una cuestión de técnica no de inspiración, que las musas surgían a partir del trabajo constante y que uno no puede darse el lujo de dejar de escribir si es que ellas no se presentan. Yo no puedo verlo tan fácil, para un tipo normal, un tipo cualquiera, escribir es un albur.

Un sujeto cualquiera como yo... solo sale a la calle y vive... corre, corre, bebe, salta, intenta escribir, corre, vuelve a beber otro trago de alcohol y sigue viviendo, puedo tomar una pluma y papel pero si la inspiración no llega, no escribe...

y vuelve a vivir, y puede que se enamore en el camino, salga, vaya, corra, regrese y tomes otro trago, viva y vuelva a beber y vuelva a vivir y a veces a no vivir, pero sigue...

y un día toma la pluma y dice “quiero regresar”... y se pregunta a sí mismo en un tono como, preguntando a los lectores que ya no están ahí y talvez no regresen.
“¿Sabes que es lo más difícil de escribir?... Comenzar”.



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