martes, 29 de abril de 2014

Clase de Abrazos


Una vez una niña me dijo,
"no sabes abrazar, te voy a enseñar".
Nadie se percata de ese defecto.

Tomó mi mano libre,
con la otra sostenía una botella.
Las mejores cosas de la vida siempre
están acompañadas de una botella de tequila*.
La fiesta continua.

La gente se nos quedaba viendo,
No sé sí es porque a mis treinta y tantos años
les moleste verme con una joven tan bella.
No sé si es porque a mis ciento y tantos kilos
Les enfade verme con una joven tan hermosa.
O solo veían a ella.

Con cara de no romper un plano,
solo 22,
varios tragos encima,
vestido corto,
la creencia de que me debía algo,
un favor importante,
no sé, no recuerdo,
detesto cuando eso pasa,
y odio más cuando la gente
se comporta como que me debe algo.

Salimos del salón y comenzaron los besos.
Acabamos cogiendo en un baño.

No estoy seguro de haber aprendido a abrazar.


CSR


*Palomas


jueves, 17 de abril de 2014

Por Amor

(Y va de Nuevo... 14 febrero 2010)

el finissimo comentario


Todo pintaba fabuloso. Claro, con los años aprendes que siempre hay algunos problemas, pero aun así, con ella todo el panorama aparecía claro. No teníamos mucho en común; en realidad no teníamos casi nada en común. Así que comenzamos a basar nuestra relación en algo en lo que si encontrar muchas similitudes: las cosas que odiábamos.

No nos gustaba ir al cine, decíamos que siempre era lo mismo. Detestábamos los noticieros a pesar de siempre verlos, odiábamos a los payasos y viajar de noche. Tampoco nos gusta ir a lugares muy caros, no lo necesitábamos. Nos molestaba la comida prefabricada y cosas así por el estilo.

Lo más complicado era cuando estaba en sus "días difíciles". Me lo advirtió desde el principio. El humor le cambiaba severamente, más que a cualquier otra chica que yo conociera, conozca o vaya a conocer, lo aseguro. Por el mínimo detalle se molestaba y alzaba la voz. Pero a todo se acostumbra uno, aprendí a manéjalo. Ya con confianza, le hacía burla diciéndole que en vez de menstruación, tenía moustruación. Mi tipo de humor no le agrada a casi nadie, creo que por eso mis relaciones son cortas, pero ella lo toleraba, hasta me atrevo a decir que le daba risa. 

Algo si teníamos en común, lo cual no mencione antes porque se supone que en este país a todos nos agrada: y es el gusto por leer. Parte del tiempo que tengo para esta actividad, la utilizo descifrando blogs en Internet, lo cual reduce la cantidad de libros impresos que llego a  leer. Ella en cambio, devoraba los libros, casi siempre cargaba con uno diferente. La biblioteca era una escala frecuente en nuestros paseos. Leyó mi blog (el finissimo comentario) 2 veces, lo destrozo con sencillos argumentos, dejo de leerlo por respeto a mí, o eso quise entender.

Todo marchaba bien, muy bien para lo que estaba acostumbrado. A ella, le gustaba platicar acerca de lo que leía y lo hacía muy bien, con pocas palabras conseguía interesarte en la historia. Daban ganas de alcanzarla en su carrera de lectora, pero la ventaja era exagerada.

Un día en el que fuimos a tomar un café, comenzó hablar de su “ídolo”, un tal Gabriel García Márquez, en realidad no había hablado mucho de él, cuando la interrumpí diciendo una bola de sandeces, para no sé, hacerme el gracioso, le dije qué nunca había leído nada sobre ese sujeto, qué no entendía cómo es que un escritor tiene tanta propagando, qué amigo de quien será, qué como es que le hacen programas especiales de su vida en televisión, qué si es Colombiano famoso seguro es apoyado por el narco, como Shakira... No sé que me paso.

─ ¿En serio nunca has leído un libro de García Márquez? ─ pregunto demasiado seria, tanto que me espante y conteste solo con un ligero sonido casi imperceptible, “no”. Entendí que mi comentario anterior no fue el más apropiado. Solo se levantó de la mesa y se fue. Intente detenerla pero no me hizo caso, no quise forzarla ya que sabía como eran sus dramas. Se fue.

“Tal vez me salieron mal las cuentas”, pensé mientras regresaba a casa arrepintiéndome de lo ocurrido. ¡Que error había cometido!; tenía que replantearme nuevamente el concepto de Ídolo.

Los días siguientes fueron muy estresantes, no respondía mis mensajes, ni contestaba mis llamadas, incluso se negaba si la iba a buscar a su trabajo. Yo estaba confundido y no sabía que más hacer. Seguí insistiendo, espere un poco más y al fin se dignó a contestar una llamada.

No hablamos mucho. Fue clara en su petición, se ahorró formalidades y cortesías.

─Si quieres que te perdone tienes que leer "Cien Años de Soledad"─ no conteste.

Para no variar me indigne, se me hizo una infantilada, “¿que se cree?”, cierto, mi opinión fue ofensiva y totalmente ignorante, pero no era razón para ordenarme hacer algo tan absurdo. Seguí sin contestar.

─Ya te dije ─ concluyo y colgó el teléfono.

¡¿Piensa que no tengo nada que hacer?!¡¿En cuánto tiempo quiere que lo termine?! Con trabajo y puedo leer en el trayecto del trabajo a la casa.

Antes de eso todo iba bien, no sé si ella estaba dispuesta a dejar perder lo poco que habíamos armado tan solo por una tontería… Pero yo no lo haría. No lo pensé mucho. Era tiempo de demostrarle que era capaz de hacer algo por ella. Comencé a leer.

Afortunadamente el libro estaba en casa, mi hermano me preste un árbol genealógico de la familia protagonista, quesque para no confundirme, decía, fui el Banco del Tiempo y pedí un préstamo por una fuerte suma. Leía en cualquier momento que podía, en los traslados, en mi hora de comida, hasta le dije a mis amigos que tenía que trabajar ese fin de semana para no ir a una fiesta, y no, solo tenía que leer... Nunca había leído un libro tan grande tan rápido, y tenía que hacerlo bien, ella me caería en la mentira si trataba de engañarla.

Lo conseguí en unos días, di por terminado el libro. Debo decir que estaba fascinado, termine embrujado por la manera en que se relata una historia donde la historia misma pierde relevancia para resaltar las emociones de los unos personajes en un mundo real que se vuelve mágico con la manera tan peculiar con que se ha aprendido a contar las cosas en esta parte del mundo. Me volví fanático… Pero eso, ella no lo sabría de mi boca.

Salí a buscarla. Tan grande es el destino que esa noche no necesite ningún esfuerzo extra para localizarla. Me le plante enfrente, con más miedo del que tuve aquella noche que con una flor en la mano le pedí que fuéramos una pareja. La mire.

Ella dejo salir una pequeña sonrisa, estaba segura de que lo haría. Le enseñe el libro. Ella termino de sonreír y me abrazo.


Por amor la gente hace muchas cosas… y yo no hice gran cosa, solo leí un libro.
Disculpen, no soy bueno hablando de estas cosas…


CSR



jueves, 10 de abril de 2014

Remordimiento

el finissimo comentario


Mi padre decía que la gente que mataba se pasaba el resto de su vida padeciendo por haberlo  hecho, que el arrepentimiento no los dejaba en paz. Creo que se equivocó. Porque hasta el momento yo no he sentido ningún remordimiento.

Matar a alguien está sobrevalorado, hay gente que cree que nadie debería de morir, y qué si se lo merece, qué si es hacerles un bien a los demás, bueno, a uno mismo. Porque dejen les digo, por si no se han dado cuenta, que no todas las personas son buenas... como lo soy yo, y se que lo soy, porque me lo han llegado a decir muchas veces.

Era necesario hacerlo, aquel sujeto estaba haciendo mi vida bastante complicada, e imagino que a más personas les estaba haciendo lo mismo. La gente que hace las cosas que él hacía no son gratas para esta sociedad. Hay gente que no deberían de estar en este mundo.

Fui muy cauteloso, mucho estudio, me llegue a sorprender de lo inteligente que resulte siendo al acomodar todas las piezas y no caer en ningún error; la noche perfecta, el lugar ideal, sin testigos, todo ajustado para llegar a tenerlo en el lugar exacto donde las cámaras de seguridad de la ciudad no miran. Puntería exacta, todo se le termino en segundos. De hecho no merecía la buena puntería que tuve esa noche, pero estuve practicando para no necesitar más de un tiro.   

No fue de la noche a la mañana, eso si, pasaron muchos meces para conocer sus movimientos, sus costumbres, “su velocidad”, sus horarios;  insisto, mucho estudio. Y a pesar de eso, puedo decir que fue… bastante fácil… Por dios, aprendí a disparar en un club de tiro que encontré en Google, donde no te pedían nada más que pagaras con “cambio” la sesión (o con tarjeta) y no excedieras el tiempo establecido de practica.

Tal vez mi único error fue dejarme ver al otro día, caminando por la calle afuera del lugar donde se realizaba su funeral. La ansiedad no me dejo pasar la oportunidad de comprobar que todo había terminado. Si, ese fue el único error, afortunadamente sin consecuencias, porque nadie sospecha de mí. Pero no volverá a ocurrir, no volveré a cometer ese error.

No volveré a pasearme al otro día por la calle del funeral, “sabiendo que mi trabajo esta bien hecho”. Para la próxima, terminare la obra y no haré mayor ceremonia que descansar tranquilamente por haber terminado con alguien que me incomodaba, de cualquier manera, ya vi que es fácil.


CSR







domingo, 6 de abril de 2014

En el fondo ya lo sabes

el finissimo comentario


Sí no acabas la escuela y no te preparas lo más seguro es que tengas menos posibilidades en el mercado laboral que alguien que tiene una carrera… Sí fumas seguramente tus dientes se irán poniendo amarillos, toserás más, te costara más esfuerzo hacer ejercicio que un no fumador y tendrás más posibilidades de enfermar de cáncer… Sí conduces bajo los efectos del alcohol lo más seguro es que tarde o temprano terminaras teniendo un accidente… Mientras más cocaína te metas más trabajo te costara dejarla, y más empeorara tu economía y tu salud… Sí robas, vendes drogas o andas en pandillas, probablemente antes o después te meterás en problemas, ya sea detrás de las rejas o con la cara rota.

Pero en el fondo todo eso tú ya lo sabes.

No es que el dinero sea lo más importante, en lo más mínimo, pero llegaras a cierta edad donde será necesario tener algún ingreso… y fumando marihuana no vas a conseguir dinero… Sí dices que estás buscando trabajo y no te pasas rondando la ciudad dejando currículos no conseguirás trabajo y mucho menos dinero... Sí llamas “fresa” a alguien que tenga o haga cosas que tú no te puedes permitir, no te va hacer ganar dinero… Poniéndote hasta la madre de borracho y burlarte de los que se van a dormir temprano porque al otro día tienen que trabajar, no te va hacer ganar dinero.

Pero en el fondo todo eso tú ya lo sabes.

Hacer comentario homófobos, no te hace más hombre… Ridiculizar a alguien no te hace superior a él… Decir que todos lo que triunfan son unos vendidos no te va hacer triunfar… Sí un amigo te presiona para hacer algo que no quieres, seguramente no es tan amigo tuyo... Sí tus amigos son unos idiotas sin futuro, lo más probable es que tú también lo seas.

Pero en el fondo todo eso tú ya lo sabes.

Trabajar, ahorrar, mejorar, exigirse, formarse, aprender, moverse, comprometerse, cumplir, todo eso requieres esfuerzo y es mucho más fácil no hacerlo, burlarse, señalar y criticar a quienes lo hagan… Lo mejor es que siempre hay justificaciones… Puedes Llamar hijo de papá a quien tenga algo más que tú, sin saber que su padre murió de una sobredosis de heroína, o simplemente no tuvo padre… Decirle fresa a alguien que se de ciertos lujos, sin saber que tiene jornadas laborales de más de 12 horas… Y dirás mil cosas más sin saber… por no querer saber.

Porque admitir que otros han tenido las cosas más difíciles y han conseguido llegar más lejos que tú, implicaría aceptar que eres culpable de tus fracasos. Y esa no es una opción.

Pero en el fondo todo eso tú ya lo sabes.

Siempre podrías asumirlo, esforzarte y actuar en consecuencia; y cambiar las cosas.

Pero en el fondo todo eso tú ya lo sabes.


CSR


(Basado en un artículo de Juan Miguel Flores para la revista Hip Hop Life del 2010).