sábado, 18 de febrero de 2017

Viajar para Aceptar



Viajar es un símbolo personal de cambio o aceptación.
o un pretexto para esto.
Viajo para perdonar, para aceptar o para cambiar.
o con el pretexto de eso.
La existencia se me ha vuelto complicada en estos últimos meses.
Así que viajo para aceptar que la vida no es toda bella
y a pesar de eso la vida hay que vivirla.

Fui de vacaciones a Potosí
¿A olvidar problemas?, NO… a aceptar que todo es parte de la vida.

Estuve en ríos, lagos y cascadas. Nade.
Vi fluir el agua.
Como se parece el agua a la vida.
¿Sera porque el agua es la vida?
Arroje una hoja y vi como el agua se la llevaba, no volverá.
Arroje una piedra de rio y vi cómo se hundía;
esa piedra volverá en algún momento a la orilla.
Si no, como fue que la encontré desde un principio.
Todos son ciclos y nada dura para siempre, pensé.

Salte de cascadas para recordar que la vida da miedo a veces.
Pero hay que saltar.
Calcular altura, profundidad, impulso. Saltar…
… o no hacerlo.
También hay que escuchar al miedo, tiene sabiduría.
Si la cascada es muy alta, cruzar lentamente por la orilla
entre las piedras donde el camino es largo, pero seguro.
No pasa nada.
Solo hay que recordar seguir el flujo del rio. Para adelante.

Monte a caballo en una hacienda y deje que el animal me guiara,
porque en la vida hay veces en que un animal te guía.
Solo hay que agarrarse fuerte la rienda y no dejar que se vaya al barranco.
Todo es paseo.

Camine 600 escalones para que mientras me temblaban las piernas,
me asomara sin protección a un agujero más grande que mis problemas.  
La adversidad se hace pequeña ante la vista de algo impresionante.
De regreso en los 600 escalones una pareja mayor también regresaba,
ellos, no habían llegado, decidieron regresar antes ante el cansancio.
Porque la vida no siempre te deja llegar.

Dejamos el camino convencional, ese que todos toman,
para ver de cerca una maravilla natural. TAMUL.
Porque en la vida hay que arriesgar y se arriesgó.
— ¿Dejamos?, ¿No ibas solo?
— NO, iba con las personas correctas.
Siempre hay que viajar con las personas correctas.

El último día de vacación, camine por los jardines del Edén,
me deje perder en sus laberintos, y sus ideas.
Purificación.
Porque dentro de los embrollos la vida también es maravillosa.


CSR











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