¿Qué no tienen problemas en su casa?

el finissimo comentario


La semana pasada no pude publicar nada, lo intente, pero un maldito dolor de estomago no me dejo. No piensen que  fue gastritis, se que esa enfermedad está de moda, pero no conmigo. Lo que paso es que me hicieron pasar un coraje. Ya ni me acuerdo muy bien como estuvo, pero fue por una tontería.  Por unos chismes, alguien se enojo conmigo he invento que no se qué cosa y todo llego a oídos de mi jefe, que me llamo para preguntarme qué paso, entonces le justifique, discutimos, la persona que empezó el problema alegó conmigo y bla bla bla… Perdón que no sea tan específico no quiero aburrirlos con problemas laborales, ni yo quiero empezar a usar el blog como terapia.

Cuando la gente empieza a discutir, me pongo a pensar con seriedad, ¿Qué no tendrán problemas en su casa?.  Muchas veces te encuentras gente con la única intención de ponerse a pelear, de discutir sin sentido, no digo que discutir sea malo, a mi me encanta discutir cuando la situación lo amerita, pero hay tanta gente que parece que no tienen otra cosa que hacer, otra cosa en que gastar sus fuerzas, e insisto,  ¿qué no tendrán problemas en su casa?.

No hablo de problemas como una situación nociva, que también cuenta, me refiero a cuestiones personales; reparar la lavadora que dejo de funcionar, bueno, que no la reparen, pero en buscar quien la repare. Si todo está bien en casa, o hay quien se preocupe por esos detalles,  que bueno, gracias a Dios que cuentan con esa paz, y ahora, ¿por qué no intentan estas personas gastan sus esfuerzos en superarse?, en lugar de estar fastidiando con tonterías, ¿Por qué no se ponen a pensar en un proyecto personal?, toman un curso, aprenden orfebrería, que se yo?.

Estas personas que pelean por todo son muy curiosas, Me ha tocado ver cada desfiguro sí no ganan la discusión, o peor aún, si no te prestas a discutir con ellos. No faltan los que se quieren ir a los golpes, pero además están los que se tiran al piso, patalean, gritan, y peor aún, los que lloran… Háganme lo que quieran, pero no se pongan a llorar por favor.  (Ojo, estoy hablando de cuestiones no familiares ni personales).

No estoy diciendo que no hay que pelear, estoy muy lejos de ser un pacifista y promoverlo, hay que levantar las armas por defender nuestros ideales y lo que consideremos mejor para nuestra comunidad. Pero de eso, a estar haciendo corajes porque el carro de adelante te mentó la madre, o porque el escuincle de la Pizzería no fue amable, o porque la fila de las tortillas es larga, o porque ya casi nadie lee tu blog. “No Mames!! ¿qué no tienen problemas en tu casa?”

Pero bueno, otra razón por la cual no tuve tiempo de escribir el blog la semana pasada, es porque fui a recoger mi Título y cedula profesional.  ¡Terminamos con ese pendientito!. Y ahora, pues a buscar otro pendiente antes de que me vuelva loco y empiece hacer corajes sin sentido… Buena semana a todos, nos vemos en el VIVELatino.


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