el finissimo comentario
Hoy es el día 26 después de que la epidemia comenzó, y el noveno día que llevo encerrado en este piso, me preocupa que ya casi no me queda agua y solo tengo comida para un mes, alcance a juntar alimentos en los actos de rapiña producidos antes de que la mayoría intentara abandonar la ciudad, sin éxito.
No se escucha casi ningún ruido, solo los gemidos de los zombies que caminan por la calle. Al principio me escondía debajo de la cama ante los gritos de pánico de otros mal aventurados que se animaron quedándose a defender sus propiedades. Imagino que todos ellos están muertos, ya no se han escuchado las armas de fuego que con tanta valentía presumían otros colonos. No me atrevo a asomarme a la ventana por el miedo a que me vean, además, no se sí pueden olerme.
Todo comenzó en el sur del país, empezaron a salir noticias de actos de canibalismo en Chiapas, al principio los medios intentaron ocultar lo ocurrido, pero fue en vano. Al parecer, los círculos de poder estadounidenses lanzaron una pequeña bomba biológicas a la Republica del Salvador, intentando liquidar a los “Maras”, lo harían pasar como otro error de la naturaleza, como lo hicieron con los tsunamis de Indonesia y Japón, que ellos también provocaron. Pero las cosas se salieron de control. La sustancia química que contenía esta arma no logro aniquilar a los 5 primeros portadores, bueno, si lo hizo, los mato, y no los mato, los convirtió en zombies hambrientos, sumamente contagiosos. A la semana toda Centroamérica estaba infectada, no pudieron avanzar más al Sur por el cierre del canal de Panamá. Así que todos empezaron a marchar hacia el norte.
La radio se convirtió en el único medio informativo. Los militares empezaron a difundir la noticia “Si no eres comido vivo, serás convertido en zombie”. Decían que la prioridad era defender la ciudad de México, sí las 20 millones de personas que ahí habitaban quedaban infectadas, todo estaría perdido. Crearon fuertes en Puebla y Guerrero, todo fue inútil.
Ya no me llegan señales de radio, las ultimas noticias que tuve fue que todo el sur del país estaba infectado y que se debía evacuar la ciudad. Para mí era tarde. Así fue como me quede atrapado en un quinto piso, solo, con comida como para un mes, con muy poco agua y sin nada con que defenderme, lo mas parecido que tengo a un arma es una espátula, estoy jodido. He comenzado a hablar solo y tengo miedo de perder la cabeza.
No creo que los Estados Unidos permitan que les llegue la epidemia, así que lo más seguro es que estén pensando en exterminación, y la única forma en que se me ocurre es… ¿recuerdan Hiroshima?, pues eso. Así que, Adiós.
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Todo comenzó en el sur del país, empezaron a salir noticias de actos de canibalismo en Chiapas, al principio los medios intentaron ocultar lo ocurrido, pero fue en vano. Al parecer, los círculos de poder estadounidenses lanzaron una pequeña bomba biológicas a la Republica del Salvador, intentando liquidar a los “Maras”, lo harían pasar como otro error de la naturaleza, como lo hicieron con los tsunamis de Indonesia y Japón, que ellos también provocaron. Pero las cosas se salieron de control. La sustancia química que contenía esta arma no logro aniquilar a los 5 primeros portadores, bueno, si lo hizo, los mato, y no los mato, los convirtió en zombies hambrientos, sumamente contagiosos. A la semana toda Centroamérica estaba infectada, no pudieron avanzar más al Sur por el cierre del canal de Panamá. Así que todos empezaron a marchar hacia el norte.
La radio se convirtió en el único medio informativo. Los militares empezaron a difundir la noticia “Si no eres comido vivo, serás convertido en zombie”. Decían que la prioridad era defender la ciudad de México, sí las 20 millones de personas que ahí habitaban quedaban infectadas, todo estaría perdido. Crearon fuertes en Puebla y Guerrero, todo fue inútil.
Ya no me llegan señales de radio, las ultimas noticias que tuve fue que todo el sur del país estaba infectado y que se debía evacuar la ciudad. Para mí era tarde. Así fue como me quede atrapado en un quinto piso, solo, con comida como para un mes, con muy poco agua y sin nada con que defenderme, lo mas parecido que tengo a un arma es una espátula, estoy jodido. He comenzado a hablar solo y tengo miedo de perder la cabeza.
No creo que los Estados Unidos permitan que les llegue la epidemia, así que lo más seguro es que estén pensando en exterminación, y la única forma en que se me ocurre es… ¿recuerdan Hiroshima?, pues eso. Así que, Adiós.
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